Santo del día 3 de septiembre: San Gregorio Magno. Santoral católico | La Agencia Católica de Informaciones
Al acceder al pontificado, San Gregorio Magno, desde Roma, tuvo que velar por su ciudad y por la Europa en proceso de reorganización social y política. La fragmentación del Viejo Continente había dejado sola a la Iglesia en cuanto al sostenimiento de la “unidad”, o en todo caso, de cierta “estructura administrativa”. Roma miraba a Bizancio y Bizancio no respondía.
En ese contexto, el Papa Gregorio negoció con reyes, nobles, casas ancestrales, autoridades venidas a menos y las cabezas de los pueblos bárbaros. El santo fue figura crucial para conseguir cierta armonía cuando los pueblos de la Europa continental ya no esperaban más la reestructuración del “orden perdido”.
Los lazos que estableció San Gregorio favorecieron el encuentro entre distintos mundos, al calor de la evangelización. En especial cabe mencionar su preocupación por el mundo anglosajón (Inglaterra). El Papa envió misioneros a las islas británicas y puso al San Agustín de Canterbury a liderar aquella empresa.
Por otro lado, se alió con las órdenes monásticas, pues veía en ellas la garantía de que la Iglesia habría de mantenerse sólida -allí hay oración-, mientras que, en lo político, frenaba las ambiciones expansionistas de francos y lombardos.