León XIV nombra Obispo de San Bartolomé (Chile) a Mons. Andrés Gabriel Ferrada 

El Papa León XIV ha nombrado Obispo de San Bartolomé de Chillán (Chile) a Mons. Andrés Gabriel Ferrada, hasta ahora secretario del Dicasterio para el Clero, que conserva el título personal de arzobispo. 

Mons. Ferrada nació el 10 de junio de 1969 en Santiago de Chile y realizó estudios de Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ya como seminarista, obtuvo la licenciatura en Teología. En el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, obtuvo la licenciatura en Ciencias Bíblicas y doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana. 

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Ordenado en julio de 1999, ha servido como vicario parroquial y colaborador de diferentes parroquias en Santiago de Chile y Múnich. Además, se ha desempeñado una importante labor académica en diferentes instituciones como la Escuela del Diaconado Permanente y el Seminario Pontificio Mayor de Santiago de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile. 

Además, se ha desempeñado como capellán del Monasterio de Cristo Rey y María Medianera de las Carmelitas Descalzas en Macul y como director de la Revista Católica del Arzobispado de Santiago.  

En 2018 comenzó a colaborar como oficial de la Congregación para el Clero, hoy dicasterio, hasta que el 1 de octubre de 2021 fue nombrado secretario y arzobispo titular de Tiburnia, recibiendo la ordenación episcopal el 17 de octubre siguiente.  

Además, es miembro del Dicasterio para la Evangelización (Sección para la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares) y del Dicasterio para los Obispos. 

Mensaje de Mons. Ferrada a los fieles

Al conocerse la noticia de su nombramiento, Mons. Andrés Ferrada dirigió un mensaje a los fieles y comunidades de la Diócesis de San Bartolomé de Chillán, en el que manifiesta su gratitud al Papa León XIV por esta nueva misión, asegurando su “afecto, fidelidad y obediencia”.

“El Señor me ha enviado a compartir el camino de fe, esperanza y caridad que el Espíritu Santo ha suscitado desde que el Evangelio llegó a las tierras de Ñuble hace más de 450 años y que, desde hace un siglo, está haciendo fructificar como comunidad diocesana”, expresó en los primeros párrafos de su carta.

Seguidamente, el obispo electo se puso a disposición “de los niños, adultos y ancianos; de las familias y de las comunidades; de los que viven y trabajan en los campos, en la cordillera y en la costa, o en ciudades y poblados; de los que sufren y de los que padecen necesidad; de los que viven privados de libertad o están sumidos en la esclavitud de las adicciones; de los migrantes y de los sin hogar”. 

“Quiero unirme a la oración y al servicio evangelizador de los catequistas y de los demás agentes pastorales, caminando junto a todos ellos, especialmente a las personas consagradas, a los diáconos permanentes, a los seminaristas y a los presbíteros”, aseguró.

Citando su lema episcopal “Todo lo mío es tuyo”, Mons. Ferrada expresó su deseo de “ofrecer a todos, con humildad, los dones y la experiencia de vida que el Señor me ha regalado al crearme y al unirme por el Bautismo a su Pueblo Santo, al cual sirvo desde hace 26 años como sacerdote en mi diócesis de origen, Santiago, y, desde 2018, en la Santa Sede, donde fui llamado al Episcopado por el querido Papa Francisco hace cuatro años, colaborando como Secretario del Dicasterio para el Clero”.

Finalmente, confió su ministerio a las oraciones de la comunidad “para poder responder con generosidad y fidelidad a la nueva misión que el Señor me encomienda”.

“Me inclino ante ustedes y pido desde ya su bendición, así como su comprensión y acogida en este nuevo inicio de mi vida cristiana y sacerdotal”, concluyó, invocando la intercesión de San Bartolomé y de la Virgen del Carmen.

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